jueves, 3 de julio de 2008

El BioArte de Eduardo Kac

Para Gus, quien se deja deslumbrar por la Ciencia

Estás en Chicago y entras en la Julia Friedman Gallery. En una sala oscura consigues, en el lado izquierdo, una pared con secuencias repetitivas de las letras A, C, T y G. A la derecha, un video de un círculo con puntos verdes fosforescentes en movimiento, en el centro un plato de Petri con unas lámparas pequeñas y, no muy lejos, un computador. Lees un letrero diminuto: “Génesis, Eduardo Kac”. Si no fuera por la música de Peter Gena que suena en el fondo, creerías que estás en un laboratorio de biología. Pero no, es una galería… estás en una galería de arte. Te preguntas: “Ajá, y ¿el arte en dónde está?”

Kac fue un pionero del movimiento holográfico de los 80 quien ha reaccionado a la biotecnología en una manera similar a como respondieron los cubistas a la teoría quántica en su momento. “La vida es arte”, dice, y todas las formas de vida están escritas con el mismo lenguaje: el lenguaje genético. Partiendo de este principio, el estadounidense creó el “gen del artista” y lo introdujo en una bacteria E. Coli. Genesis es el resultado.

Utilizando el Código Morse como algoritmo, Kac tradujo el pasaje bíblico “Deja que el hombre tenga dominio sobre los peces en el mar, sobre las aves en el aire, y sobre toda cosa viva que se mueva en la tierra” en ADN: creó una nueva secuencia de Adeninas, Citosinas, Guaninas y Timinas que es, en definitiva, el “gen del artista”.

Así, las As, Cs, Ts y Gs de la exposición no son más que la secuencia contenida en las bacterias alteradas que están en el centro y que se ven en el video proyectado. El pasaje se eligió por lo que implica acerca de la noción -dudosa- de la supremacía del hombre sobre la naturaleza y el Código Morse por ser el génesis de la comunicación global. ¿Puede el hombre, entonces, tantear con la vida? Más interesante aún, desde Internet usuarios podían encender luces ultravioletas que causaban mutaciones en las bacterias y así el código genético se veía alterado y por tanto lo hacía también el pasaje original. Al final de la exposición se tradujo el código a letras y se publicó en un sitio Web.

Con esto del BioArte las fronteras entre la ciencia y el arte se ven cuestionadas una vez más. Pero es que después de todo, tal y como dice Kac: “La ciencia no es más que una entidad cultural dominada por las perspectivas sociales de un período determinado”.


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